Esta vez nos hemos desplazado al corazón del Ripollès para llevar a cabo un proyecto de aislamiento térmico en una cubierta expuesta. ¿La solución escogida? Espuma de poliuretano proyectada directamente sobre la superficie, un sistema que crea una capa continua y sin juntas, ideal para evitar filtraciones y pérdidas de calor.
Para garantizar la durabilidad y proteger la espuma de los rayos ultravioleta, hemos aplicado un acabado con pintura especial con protección UV. De este modo, no solo mejoramos la eficiencia energética de la vivienda, sino que también aseguramos que el material mantenga sus propiedades con el paso del tiempo.
En Terpolar nos gusta trabajar con soluciones que combinan tecnología, eficiencia y durabilidad, y este proyecto es un buen ejemplo. Seguimos comprometidos con el confort y la sostenibilidad, tanto en verano como en invierno.