En Terpolar nos gusta explicar algunos de los proyectos que realizamos, porque detrás de cada intervención está nuestra manera de trabajar: calidad, buenos acabados y soluciones pensadas para durar.
En este caso, hemos actuado en las buhardillas de una vivienda en Osona, aislando la cubierta por debajo, entre las vigas y las paredes. Para conseguir el máximo rendimiento, hemos aplicado un grosor de 100 mm con una densidad de 35 kg/m³, una combinación que garantiza un óptimo comportamiento térmico y una mejora notable del confort interior.
El resultado es un espacio más eficiente y agradable, con un aislamiento que ayuda a reducir pérdidas de energía y a mantener una temperatura más estable a lo largo del año.
En Terpolar, cada detalle cuenta: trabajamos con rigor y experiencia para lograr acabados limpios y duraderos que marcan la diferencia.