En Terpolar aplicamos mortero de lana de roca proyectada para ofrecer una protección pasiva contra incendios eficaz, duradera y sostenible. Este sistema forma una capa protectora que aísla térmicamente las estructuras y evita que el fuego comprometa su estabilidad.
Además de su capacidad ignífuga, la lana de roca actúa como aislante térmico y acústico, ayudando a mantener el confort interior y reduciendo el consumo energético del edificio.
El mortero de lana de roca proyectada está compuesto por partículas minerales inorgánicas aglutinadas con cemento hidráulico y aditivos específicos. Este tipo de mortero combina alta resistencia al fuego con excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico.
Al aplicarse mediante proyección mecánica, el material se adhiere firmemente a la superficie, formando un recubrimiento continuo que no genera grietas ni desprendimientos.
La lana de roca proyectada se aplica con maquinaria neumática que pulveriza el material sobre la superficie, garantizando una distribución homogénea y una adherencia óptima.
El espesor de aplicación se ajusta según la resistencia al fuego requerida (EI-60, EI-120, EI-180, EI-240) y el tipo de estructura.
Su aplicación forma una capa continua, libre de juntas, que mejora tanto la protección ignífuga como el aislamiento térmico y acústico de paredes, techos y forjados.
Buscamos las soluciones técnicas que mejor se adaptan a sus necesidades de ahorro energético, confort y seguridad
En Terpolar hemos finalizado recientemente un proyecto de protección pasiva contra el fuego en la comarca de Osona, donde hemos aplicado un revestimiento de mortero de perlita proyectado sobre una estructura metálica.
El objetivo era conseguir una estabilidad al fuego R-120, garantizando que la estructura mantenga su resistencia durante 120 minutos en caso de incendio. Para ello, hemos aplicado el espesor de mortero necesario según las especificaciones técnicas del proyecto y la normativa vigente.
Este tipo de tratamiento es esencial para mejorar la seguridad de los edificios y asegurar el cumplimiento de los requisitos de protección estructural.
En Terpolar, trabajamos siempre con rigurosidad, calidad y atención al detalle, asegurando unos acabados limpios, precisos y duraderos.
Otro ejemplo de nuestro compromiso con la seguridad, la profesionalidad y el trabajo bien hecho.
Hemos trabajado en la protección de una escalera metálica en Osona aplicando pintura intumescente con el espesor necesario para garantizar una resistencia al fuego R-120’. Este sistema crea una barrera que retrasa la temperatura del acero, ayudando a mantener la estabilidad de la estructura en caso de incendio.
En Terpolar nos tomamos cada proyecto con cuidado y precisión: preparamos la superficie, medimos el espesor exacto y controlamos cada detalle para que el resultado sea eficaz y estéticamente impecable.
La intumescencia no solo aporta seguridad, sino que también ofrece un acabado limpio y profesional, integrándose perfectamente en el entorno de la obra.
Cada trabajo que realizamos refleja nuestro compromiso con la calidad, la seguridad y los buenos acabados, siempre pensando en la satisfacción del cliente.
En Terpolar trabajamos para que los espacios sean más seguros y confortables para todos. Recientemente hemos participado en un proyecto emblemático en un equipamiento cultural de la comarca de Osona, donde hemos realizado la protección contra el fuego de una estructura metálica mediante pintura intumescente.
Este tipo de revestimiento, al exponerse a altas temperaturas, se expande formando una capa aislante que protege la estructura y retrasa la llegada a su temperatura crítica. En este caso, aplicamos el espesor necesario para garantizar una estabilidad al fuego de 90 minutos (R-90), cumpliendo con las exigencias de seguridad más estrictas.
En Terpolar estamos orgullosos de contribuir a crear espacios más seguros y preparados para el futuro, combinando técnica, rigor y pasión por el trabajo bien hecho.